

La razón de ser de este sistema se circunscribe en que no todo es resolver trastornos emocionales, atenuar penas o sufrimiento moral. Había que pensar también en quienes -sin aparente trastorno emocional- se encuentran buscando herramientas que faciliten su camino a la trascendencia, que potencialicen sus dones, que los ayuden a superar su retos y, en suma, los eleven a un nivel de consciencia cada vez mayor.