Tradicionales (Método Bach)

Para las personas que se crean dependencias sentimentales por ser excesivamente posesivas. Para la ofensa y dolor producidos al sentirse excluidos afectivamente, lo cual puede llevar la a la manipulación emocional y la autocompasión.

Para quienes necesitan transformar las emociones y sentimientos negativos como celos, ira, envidia, resentimiento, agresividad y desconfianza. Ayuda a abrir el corazón. Útil en personas que se ven expuestas constantemente al odio o agresividad de otros.

Para quienes temen perder la razón o actuar indebidamente contra su propia voluntad. Aporta el coraje para controlar el miedo a si mismo y facilita el equilibrio para evitar la acción destructiva.

Para los que no saben decir no y se extralimitan en su deseo de agradar, llegando al servilismo. Facilita la recuperación de su individualidad y da fortaleza para realizar sus propios deseos.

Para las personas que se preocupan demasiado por los problemas ajenos. Ayuda a no involucrarse en exceso y a no interferir en la recuperación y desarrollo de los demás.

 Para los que se sienten al limite de la resistencia física y moral. Estado agudo de desesperanza, tristeza y depresión. Situación extrema. Suaviza la tensión e introduce una nota de optimismo.

Para persona agobiadas por pensamientos persistentes indeseados. Ayuda a alejar las excesivas preocupaciones mentales y los pensamientos reiterativos. Favorece el control del pensamiento para lograr un estado mental equilibrado.

Para quienes repiten siempre los mismos errores y no aprenden de las experiencias. En problemas de aprendizaje, falta de memoria, déficit de atención. Ayuda a despertar el interés, amplia la capacidad de observación, asimilación y memori

Para los egocéntricos interesados únicamente en su propia vida. Su locuacidad necesita oyentes. Llevan una vida social muy activa y no toleran la soledad. Facilita la apertura, la tolerancia y la comprensión hacia los demás.

Para las personas que no saben decidirse, ni canalizar sus ideales. Ayuda a clarificar las metas y propósitos en la vida. Concretiza y unifica la acción.

Para quienes carecen de fe y piensan que todo es en vano. Para el desaliento y desesperanza profunda. Levanta el ánimo y enseña a apreciar lo que se tiene.

Para las personas que por temor o sentimientos de inferioridad, abandonan sus propósitos antes de haberlos iniciado. Vacilación, inseguridad y complejos que pueden llevar a la impotencia sexual y al fracaso. Fortalece la autoconfianza para alcanzar las metas propuestas.