Tradicionales (Método Bach)

Ayuda a recuperarse después de severos y extremos sufrimientos físicos y psíquicos. Permite recobrar ánimo y fuerza cuando se han agotado las reservas físicas y anímicas.

Su uso es aconsejado en los periodos de cambio porque permite adaptarse y aceptar la nueva situación. Protege de influencias externas negativas.

Para los estados depresivos y de melancolia fluctuante. Útil en los casos de angustia y desesperanza que no tienen causa conocida y son engendrados por el propio individuo. Para las personas inmersas en una gran transformación espiritual.

Para la timidez y los temores de origen conocido, como la oscuridad, la enfermedad, la muerte, los animales u otras personas. Útil cuando se tiene miedo al movimiento durante el dolor. Aconsejado a las personas reservadas, tímidas o muy sensibles.

Limpia la mente y el cuerpo, por lo que es muy útil cuando se tiene verguenza o una sensación de suciedad e impureza. Elimina las obsesiones por sentimientos de imperfección, intoxicación ó contaminación.

Para las personas nostálgicas que tienden a vivir en el pasado. Útil en los problemas de deterioro senil. Ayuda en la soledad.

Para las personas impacientes, nerviosas e irritables, que siempre tienen prisa y odian la rutina. Para los que no quieren sentirse atados por las responsabilidades. Elimina la tensión mental. Indicado en la eyaculación precoz.

Para las personas perpetuamente cansadas, más por problemas emocionales que físicos. Cuando es un auténtico sacrificio hacer frente a las obligaciones diarias. Fatiga mental. Útil en convalecencias. Proporcionando vigor y energía para superar la monotonía.

Para los estados de miedo paralizante, pánico o terror. En los casos en que parece no haber solución. Proporciona valor y confianza para salir de la crisis. Ayuda a recuperar la entereza.

Útil para las personas pesimistas, críticas e intolerantes. Suelen ser dogmáticas, obstinadas y se creen las únicas poseedoras de la verdad. Suaviza tensiones en la parte superior del cuerpo. Favorece la comprensión y tolerancia, evitando juzgar.

Para personas pesimistas que se dejan vencer fácilmente por las dificultades y tienen baja tolerancia a la frustración. Desarrolla la autoconfianza y da seguridad para salir del estado de depresión. 

Especialmente indicada en casos de trauma o shock. Equilibra, tranquiliza y normaliza. Evita que los bloqueos psíquicos o emocionales, degeneren en enfermedades. Ayuda a enfrentarse a situaciones atemorizantes y a superar el evento traumático.